Mujer asegura que Oreo le debe USD mil por crear el sabor cereza-cola. Acompañé a una chica gitana a reconstruirse el himen.
Plogging, la movida runner con conciencia ambiental que crece en Argentina. Desde Marruecos hasta Japón: El lado no tan dulce de La Gran Manzana. Las espectaculares fotos de las explosiones en el sitio de pruebas nucleares de Kim Jong-un. Las primeras fotos oficiales de la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry.
Cómo se gestó la liberación de Joshua Holt, el estadounidense preso en Caracas durante casi dos años. Jóvenes de Parkland apoyan boicot a supermercado por donaciones a político. Donald Trump aseguró que hay "conversaciones muy productivas" para realizar la cumbre con Kim Jong-un en la misma fecha.
Espiritismo, brujos, ritos y conjuros: La tormenta Alberto avanza por el Caribe hacia el Golfo de México y el estado de Florida decretó el alerta. Murió a los 86 años Alan Bean, el cuarto hombre que pisó la Luna. La inteligencia artificial llega a los celulares de gama media. Otro de sus argumentos es que había apoyo explícito del gobierno porque el país necesitaba moneda extranjera. Ganamos muchos dólares en el campamento", me dice una de las mujeres.
En cuanto llegué al local me escapé pero me descubrió el dueño del club y me vendieron a otro establecimiento. Allí tuve a mi primer cliente", explica una. Pero el caso es complejo. Es verdad que el gobierno de Corea del Sur estableció clínicas para reemplazar una red no oficial de médicos, algunos de ellos no cualificados, que les hacían revisiones a las mujeres y les daban certificados que confirmaban que estaban libres de enfermedades de transmisión sexual.
El gobierno no ha querido hacer comentarios sobre el caso pero podría argumentar cuando el caso llegue a los juzgados que instalar clínicas no implica facilitar la prostitución sino tratar de proteger a las mujeres que se prostituyen. La prioridad en las clínicas, dice Moon, era "mantener la salud y el bienestar de las tropas estadounidenses y no de las mujeres surcoreanas".
El personal solo estaba interesado en la salud sexual de las mujeres y no les daban tratamiento para otras enfermedades. Moon insiste en que, a diferencia de las "mujeres de confort" surcoreanas que en la Segunda Guerra Mundial fueron obligadas a convertirse en esclavas sexuales por el ejército japonés, muchas de estas mujeres tomaron la decisión de trabajar como prostitutas por su cuenta, aunque fueran reacias a ello.
Fueron violadas continuamente", explica. Si estaban enfermas o necesitaban ayuda para pagar el funeral de un familiar, se lo pedían prestado al dueño del local. Todos esos gastos formaban parte de su deuda y, a menos que pagaran toda la deuda, no podían salir". Ahora existe lo que las fuerzas surcoreanas llaman "tolerancia cero" de contratación de prostitutas.